LA CÁMARA FEDERAL APROBÓ LA LICENCIA DE ARIEL LIJO PARA ASUMIR COMO JUEZ

La reciente aprobación de la licencia del juez federal Ariel Lijo por parte de la Cámara Federal porteña marca un paso clave en su designación para la Corte Suprema, impulsada por el presidente Javier Milei. Sin embargo, su llegada al máximo tribunal está lejos de ser un hecho consumado, debido a los obstáculos legales y políticos que enfrenta.

La licencia de Ariel Lijo: Un paso adelante, pero con incertidumbre

La Cámara Federal, liderada por Mariano Llorens e integrada por jueces como Eduardo Farah, Roberto Boico, Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Martín Irurzun, aprobó la licencia de Lijo para que pueda asumir en la Corte Suprema. Este permiso es un requisito fundamental en su proceso de designación, pero no garantiza su incorporación inmediata.

Uno de los principales impedimentos proviene del propio máximo tribunal, donde algunos magistrados rechazan la posibilidad de que Lijo asuma sin renunciar previamente a su cargo en Comodoro Py. Además, aunque el proceso avance, el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, podría no convocarlo a jurar, lo que alargaría la incertidumbre sobre su asunción.

El decreto presidencial y las limitaciones de la designación

Ante la falta de consenso en el Congreso, el Gobierno optó por designar a Lijo a través de un decreto autónomo, lo que implica que su nombramiento no será vitalicio. En caso de que ni él ni Manuel García-Mansilla, el otro candidato promovido por el Ejecutivo, sean aprobados o rechazados por el Senado, su permanencia en la Corte Suprema se extenderá solo hasta el final del próximo año legislativo.

 
Este mecanismo presenta un riesgo significativo: si la designación no es ratificada por el Congreso, ambos jueces quedarían fuera del tribunal al cabo de un año, lo que podría generar inestabilidad institucional.

Ariel Lijo: Trayectoria y causas emblemáticas

 Lijo ha construido una sólida carrera en el Poder Judicial. Su trayectoria comenzó como secretario del excamarista federal Luis "Piru" Riva Aramayo, hasta que en 2004 fue designado juez federal por Néstor Kirchner.

Entre sus casos más relevantes se encuentran su participación en la causa AMIA, donde analizó el pago de 400.000 dólares de la SIDE a Carlos Telleldín y procesó al exjuez Juan José Galeano por irregularidades en la investigación del atentado de 1994. También fue el primer magistrado en recibir la denuncia de Alberto Nisman sobre el Memorándum con Irán.

Otro de sus fallos más trascendentes fue el procesamiento del exvicepresidente Amado Boudou en la causa Ciccone, marcando un hito en la historia judicial argentina al convertirse en el primer juez en procesar a un vicepresidente en ejercicio.