El coronavirus también ha golpeado duramente a la Iglesia católica. Templos cerrados, bodas, bautizos y funerales aplazados, y procesiones sin público, así se vive la religión en tiempos de pandemia.
No ajeno a ello, el obispo Luis Urbanc reconoció que no están atravesando por un buen momento y pidió un “esfuerzo más” a los feligreses para que realicen un aporte económico para solventar los gastos de la iglesia.
ďżź“Sé que todos estamos ajustados pero evidentemente todo lo que es la vida de la iglesia depende de la colaboración de los fieles y así nos sostenemos”, señaló el prelado, a la vez que pidió que se “abra una cuenta virtual en un banco para que se realicen los depósitos”.
“Los gastos son muchos y el estar cerrada la catedral y otros templos se nos hace difícil el sostenimiento”, aseguró.
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