El funcionario se despega de las acusaciones y dice que todo fue un “malentendido”

Luego de un confuso episodio registrado ayer en un operativo de control vehicular, donde aparentemente se vio involucrado el director de la Residencia Universitaria, Bruno Gregorini, quien poco después de lo sucedido habría sido apartado de sus funciones por violar el aislamiento preventivo obligatorio. 

Gregorini habló con Elesquiú.com y manifestó sentirse sorprendido por la acusación en su contra, dado que no había estado ingiriendo alcohol y que fue una aprehensión colectiva y no en un control vehicular como asegura la policía. Además sostiene que no fue desplazado del cargo como anunciaba el parte de prensa emitido ayer por el Poder Ejecutivo provincial. 

“El día del supuesto hecho mi padre se encontraba descompensado y me traslade a un expendedor cercano a la casa de mi padre a comprar insumos para él, que vive a unas cuadras del lugar en  Barrio el aviador,  sin embargo en el lugar del hecho lo hacían también otras personas que no conozco,  supuestamente comprando bebidas alcohólicas”, explica.

Continúa Gregorini, “el grupo GIR que es el que nos encuentra al frente del negocio me ubica al lado de toda la gente que estaba comprando en el negocio y me sacan una foto. Los mismos policías le quitaron las botellas a la gente que estaba comprando y la pusieron arriba de mi auto”.

Ya en la comisaría séptima le practicaron el test de alcoholemia "que dio negativo", lo cual se puede constatar en los archivos del juzgado de faltas municipal,  y le hicieron una advertencia sobre el Covid-19".

Finalmente, sostiene que está al cuidado de su padre enfermo que adolece de una enfermedad de origen neurológico generado por una operación de la columna que le causó problemas motrices encontrándose en reposo, y que el día del "supuesto hecho" su padre se había descompensado por lo que se trasladó hasta un negocio cercano para "comprar insumos para él".

Fuente: El Esquiu